Siguiendo la misma lógica de todo organismo que recauda, la Federación Internacional de Vóleibol (FIVB) no descarta jugar la Volleyball Nations League (VNL) durante este 2020. Durante la primera semana de mayo se tomaría una decisión más firme.
Amén de la opción de la suspensión definitiva, lo cual tendría lógica teniendo en cuenta las dificultades que tendrían los seleccionados para entrenar, viajar y demás, la FIVB baraja dos opciones:
- Diputar la VNL de manera continental.
- Jugar el certamen a sede única durante tres semanas consecutivas.
Respecto a esta última opción, la Federación de Polonia ya mostró su interés en ser anfitrión: “Por ahora la FIVB quiere que se juegue, y si quieren una única sede estamos interesados en acoger el torneo”, señaló Jerzy Mielewski, vicepresidente de la PZPS.
Más allá del deseo de la institución madre del vóleibol mundial y de la Federación de Polonia, cualquier tipo de competencia parece poco viable en este contexto mundial de fronteras cerradas e inactividad.
Polonia, con casi 40 millones de habitantes, similar a la Argentina, tiene 11 mil infectados de coronavirus COVD-19 y poco menos de 500 muertos. Desde fines de marzo, la cuarentena es más estricta y muchos lugares públicos, como parques, en los que se podía transitar, fueron prohibidos. Los más chicos tienen autorización para dar paseos, pero el Ministro de Educación confirmó que los centros educativos seguirán cerrados hasta el 24 de mayo.
Al mismo tiempo, el Gobierno ya está debatiendo la autorización de vuelos comerciales con hasta 15 pasajeros desde mediados del mes próximo y la forma de reabrir centros deportivos y las competencias deportivas de élite. Además, las selecciones podrán entrenarse desde el 1 de junio con 18 a 25 atletas más el staff técnico. Sin dudas una situación que no parece ser similar en el resto del mundo.
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