Todos estamos esperando que el vóleibol vuelva a la actividad, que nuestras vidas vuelvan a ser lo más parecido posible a lo que eran hace 120 días. En Polonia y Grecia volvieron los partidos de vóley con estrictos controles. Accesos restringidos, mascarillas, higiene, avatares, autocine y mucho más para reactivar poco a poco la pasión.
AMISTOSO INTERNACIONAL: POLONIA 3-1 REPÚBLICA CHECA
Pasaron 107 días desde el cese de actividades en Polonia, donde el vóleibol es el deporte por excelencia para todos los fanáticos. El pasado 4 de junio las selecciones volvieron a entrenar y sucesivamente lo empezaron a hacer varios equipos, entre ellos el Trefl Gdansk de Pablo Crer y el AZS Olsztyn de Daniel Castellani. República Checa lleva solo una semana de trabajos en equipo.
El partido se disputó en la ciudad de Wałbrzych, elegida estratégicamente por ubicarse muy cerca de la frontera con República Checa. Los equipos ingresaron al estadio por accesos diferentes. Se restringió el uso de los vestuarios. Se utilizó el personal justo y necesario. Se desinfectó cada pelota antes de cada servicio.
Toda persona autorizada se hizo el test 48 horas antes. Al ingresar debía desinfectar sus manos, le tomaban la temperatura, le daban tapaboca o mascarilla y completaba formulario a modo de declaración jurada. En esa constancia debía detallar si había tenido algún síntoma de COVID-19 o algún lazo con persona que haya dado positivo.
En ese marco la Federación Polaca (PZPS) buscó darle un toque de color. Por ejemplo, las mascarillas de los trabajadores del evento llevaban el logo de la PZPS y en las tribunas se encargaron de que el público pueda estar presente: se vendieron avatares con los colores de la selección y la cara de los fanáticos, que pagaron 40 Zloty (moneda local) para estar presentes. Esto equivale a $709.- ARG o 10 USD norteamericanos, siendo el sueldo mínino de 580 USD y el sueldo promedio 1.100 USD.
Fuera del estadio, se improvisó un autocine donde 14 autos presenciaron el partido. Las crónicas del colega Grzegorz Wojnarowski describen que se veían familias y mucha vestimenta con los colores nacionales, el blanco y el rojo.
FINAL 4 EN GRECIA – SEMIFINAL 1: FOINIKAS SYROU 3-2 OLYMPIAKOS
Es la única liga de vóleibol de todo el mundo que decidió no cancelar la competencia. De hecho fue tal la sorpresa, que el Foinikas no tuvo a sus extranjeros, entre ellos José Luis González, quienes ya habían organizado la vuelta a casa cuando se decidió volver al ruedo, movilizados también por algunos incumplimientos de pago.
El estadio OAKA, en Atenas, estuvo cerrado al público y, a diferencia de los polacos, no hubo ideas para que tome color la imagen televisiva. Cuatro días antes los planteles fueron sometidos a los estudios médicos, pero atención a este punto: debía haber 5 casos positivos para que el encuentro sea suspendido.
El Final 4, con PAOK y Panathinaikos en la otra llave, se disputa en formato de semifinal y final con esta fase previa al mejor de tres partidos. Tanto el protocolo como las medidas preventivas contaron con participación activa no solo de la Liga, sino también de la Federación y el Ministerio de Deportes.
Las 130 personas autorizadas para ingresar incluyeron a los planteles, los árbitros, los trabajadores de la TV y periodistas acreditados mediante sorteo. A todos ellos, en la puerta de acceso, se les tomó la temperatura, se les entregó guantes y mascarillas con el logo de la Liga.
Post partido, la prensa no tuvo acceso a los protagonistas, sino que debían conformarse con contacto telefónico o el comunicado obligatorio del área de comunicación de cada uno de los participantes.
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